Libertad 1: La libertad de estudiar cómo funciona el programa, y realizar los cambios que desee el programador
Por consiguiente, el acceso al código fuente es una condición necesaria para el software libre. El «código fuente» ofuscado no es código fuente real y no cuenta como código fuente.
La libertad 1 incluye la libertad de usar su versión modificada en lugar de la original. Si el programa se entrega unido a un producto diseñado para ejecutar versiones modificadas por terceros, pero rechaza ejecutar las suyas —práctica conocida como «tivoización» o «bloqueo», o (según la terminología perversa de quienes lo practican) «arranque seguro»—, la libertad 1 se convierte en una ficción teórica más que una libertad práctica. Esto no es suficiente. En otras palabras, estos binarios no son software libre, aun cuando se hayan compilado a partir de un código fuente libre.